Se ha generado un gran revuelo mediático por el traslado de youtubers a Andorra y así huir de la presión fiscal española. El último en anunciar su traslado ha sido El Rubius, estrella de internet con una facturación anual de algo más de 4 millones de euros. Lo cierto es que antes que él, muchos otros le han precedido, atraídos por el tipo máximo del 10% que se paga en el IRPF andorrano, muy lejos del 47% que contempla España para rentas superiores a 300.000 euros.
¿Ante este atractivo ahorro fiscal, están todas estas estrellas digitales fuera del alcance de la Agencia Tributaria Española?