El TS da la razón a las marcas, aunque la imitación sea de mala calidad
El Tribunal Supremo ha sentenciado que la venta de productos falsificados es un delito, incluso cuando el comprador sabe que son falsos. Esta decisión refuerza la protección de las marcas y establece un precedente importante para combatir la falsificación, una práctica que perjudica a consumidores y empresas por igual.
Una victoria para la protección de las marcas
El pasado 27 de junio de 2024, el Tribunal Supremo emitió una sentencia histórica que ha puesto fin a cualquier duda sobre la ilegalidad de la comercialización de productos falsificados. La sentencia ha confirmado que la venta de imitaciones, incluso aquellas de baja calidad y cuando el consumidor es consciente de su naturaleza falsa, constituye un delito contra la propiedad industrial.
Esta resolución judicial supone un hito en la protección de las marcas y los derechos de propiedad intelectual. Al establecer de manera clara y contundente que la falsificación es un delito, independientemente de las características del producto imitado o del conocimiento del consumidor, el Tribunal Supremo ha proporcionado un marco legal sólido para combatir esta práctica ilícita.
¿Por qué es tan importante esta sentencia?
La importancia de esta sentencia radica en varios aspectos:
- Certeza jurídica: la decisión del Tribunal Supremo aporta una mayor claridad y seguridad jurídica a los titulares de marcas, quienes ahora cuentan con una herramienta legal más eficaz para proteger sus derechos.
- Disuasión: al establecer penas de prisión e inhabilitación para los condenados, la sentencia actúa como un poderoso disuasor para quienes se dedican a la falsificación de productos.
- Protección del consumidor: aunque pueda parecer paradójico, la protección de las marcas también beneficia a los consumidores. Al evitar la comercialización de productos falsificados, se garantiza que los consumidores adquieran productos de calidad y que no sean engañados.
- Impulso a la economía: la protección de la propiedad intelectual es fundamental para fomentar la innovación y la inversión en investigación y desarrollo. Al combatir la falsificación, se crea un entorno más justo y competitivo para las empresas.
¿Qué implica esta sentencia para los juzgados?
Se espera que esta sentencia sirva como referente para los juzgados de lo penal y las audiencias provinciales a la hora de enjuiciar casos de falsificación. Al contar con un pronunciamiento claro y contundente del Tribunal Supremo, los jueces tendrán menos margen de discrecionalidad y podrán aplicar de manera uniforme la ley.
El futuro de la lucha contra la falsificación
La sentencia del Tribunal Supremo es un paso adelante en la lucha contra la falsificación, pero queda mucho por hacer. La comercialización de productos falsificados sigue siendo un problema global que afecta a múltiples sectores económicos.
Para combatir eficazmente este fenómeno, es necesario seguir trabajando en varios frentes:
- Cooperación internacional: la falsificación es un delito transfronterizo que requiere una respuesta coordinada a nivel internacional.
- Educación del consumidor: es fundamental concienciar a los consumidores sobre los riesgos de adquirir productos falsificados y la importancia de apoyar a las marcas legítimas.
- Control de las ventas online: internet se ha convertido en una plataforma clave para la comercialización de productos falsificados. Es necesario desarrollar herramientas más eficaces para combatir esta práctica en el entorno digital.
En conclusión, la sentencia del Tribunal Supremo del pasado 27 de junio de 2024 representa un hito en la protección de las marcas y la lucha contra la falsificación. Al establecer de manera clara y contundente que la venta de productos falsificados es un delito, esta sentencia proporciona un marco legal sólido para combatir esta práctica ilícita y proteger los derechos de los titulares de marcas y los intereses de los consumidores.
Paula Ferrándiz es abogada especialista en Propiedad Intelectual e Industrial, Nuevas Tecnologías y Derecho de la Competencia.
Apasionada del sector digital y las redes sociales presta asesoramiento legal a todo tipo de clientes tanto nacionales como internacionales en materia de protección de datos, comercio electrónico, publicidad y marketing digital entre otras.