Consumo anuncia una reforma legal de la Ley del Juego de 2011 para considerar las cajas botín o «loot boxes» de los videojuegos como juegos de azar
Las “Loot Boxes” son cajas o cofres de recompensas que se ponen a disposición de los usuarios de un juego online para su compra por un determinado importe, con la finalidad de mejorar la experiencia de usuario dentro de dicho juego.
Es importante destacar que el usuario desconoce totalmente qué tipo de recompensas va a recibir hasta el momento de adquisición o compra de esas “loot boxes” y que dichas recompensas se asignan a cada “loot box” de manera completamente aleatoria.
La polémica legislativa que surge entorno a estas cajas de recompensas es que, normalmente, las recompensas que se ofrecen en las mismas suelen ser personajes, herramientas u objetos virtuales mucho mejores que los que se le ofrece al usuario inicialmente y que si quiere conseguir estos personajes o herramientas más potentes o avanzados debe pagar una cantidad de dinero por ellas sin que pueda optar a conseguirlas por méritos propios (ya sea por pasarse un nivel del juego, por ser mejor que el contrario, etc.).
Aspectos en común entre las “loot boxes” y los juegos de azar
Esta polémica legislativa ha ido aumentando en los últimos años y es que cada vez más países consideran estas cajas botín o de recompensas como un juego de azar que se suelen incluir en juegos para niños y que pueden provocar adicciones peligrosas no solo a los adultos sino también a menores de edad.
Y es que se tratan de micro transacciones que los usuarios, por lo general, realizan para comprar dinero virtual que, posteriormente, utilizan para adquirir estas cajas botín y, por lo tanto, al tratarse dinero falso, la sensación de gasto por parte del usuario se disipa, convirtiéndose estos micro pagos en auténticas minas de oro para las compañías de videojuegos.
Así, por ejemplo, se calcula que la compra de estas “loot boxes” generaron más de 100 millones de euros en ingresos en el año 2017 y podrían llegar a alcanzar los 140 millones en ingresos en el próximo año 2022 (si finalmente los gobiernos de cada país lo permiten y deciden no regularlo de alguna manera).
Es importante destacar que en países como Bélgica (uno de los países europeos más duros a nivel regulatorio en lo que respecta a estas cajas de recompensas) ya se ha desarrollado una normativa que prohíbe la venta de estas cajas de recompensas en caso de no cumplir los siguientes requisitos que ha estipulado el órgano regulador de Bélgica en la materia:
- Si existe un elemento del juego.
- Si genera cierto nivel de compromiso.
- Si se puede tratar de una apuesta que puede generar ganancias y pérdidas.
- Si el azar tiene un papel en el juego.
Teniendo en cuenta lo anterior, y en caso de que alguna empresa del sector del juego incumpla con esta normativa belga, las empresas se pueden llegar a enfrentar a sanciones que pueden suponer multas de hasta los 800.000 Euros e, incluso, una condena de hasta 5 años de prisión.
En contraposición a la postura normativa belga tan exigente en esta materia, existen países como Estados Unidos o Reino Unido que son más permisivos y que entienden que estas cajas botín no constituye una apuesta ni juego de azar, y ello puesto que argumentan que los jugadores, con la compra de estas cajas, obtienen siempre algún tipo de recompensa o premio y que dicha recompensa es de uso exclusivo del juego en cuestión.
Una reforma de la Ley del Juego de 2011 antes de que acabe el año
Durante el año 2020, se anunció que el Ministerio de consumo iba a reformar la Ley del Juego de 2011 para incluir estas cajas de recompensas como juegos de azar y que dicha reforma vería la luz a finales de este año 2021, sin especificar una fecha concreta.
Lo cierto es que es intención del Gobierno regular estas “loot boxes”, y ello puesto que entiende que pueden considerarse adictivas y, consecuentemente, pueden llegar a generar problemas de ludopatías a menores de edad, siendo este sector de la población el más expuesto a este tipo de juegos y el que, en su caso, el que más debe protegerse.
Asimismo, Consumo alega que no regular estas prácticas deja una ventana abierta al consumo de azar por parte de menores de edad (en la mayoría de los casos, sin el conocimiento de sus padres o tutores), habiendo sido demostrado además que este sector de la población es el más vulnerable a llevar a cabo este tipo de prácticas nocivas.
¿Qué podemos esperar del Real Decreto sobre Juego Seguro?
Como ya se ha comentado en el apartado precedente, la intención del Gobierno es aprobar un Real Decreto de Juego Seguro para finales de este año 2021, abriendo en una fase inicial, un periodo de consulta pública que ayude a definir la redacción definitiva de este texto legal.
Mikel Arana, director general del juego, detalló que la intención es modificar la actual Ley del Juego, así como elaborar una sola orden ministerial de modificación de las catorce órdenes ministeriales de regulación del juego que se encuentran actualmente vigente.
En conclusión, si bien el Director general del Juego no ahondó en mayores detalles sobre en qué van a consistir dichas modificaciones y novedades introducidas en este nuevo texto legal, lo que sabemos es que puede esperarse que dichas modificaciones vayan destinadas, sobre todo, a la prevención de conductas adictivas, la protección de los derechos de las personas menores de edad y otros grupos especialmente vulnerables y, en general, a la protección de todos los consumidores.