Ley Uribes y su aplicación en materia de Copyright
La Ley Uribes, en referencia al Ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes, es la nueva reforma en materia de propiedad intelectual que deberá implementarse en España por imperativo del legislador comunitario. Una ley que implementará la controvertida Directiva del Copyright, muy criticada por los defensores de los derechos y libertades en Internet que, entre otras cuestiones, abre la puerta a la censura previa en Internet, con un control de contenidos automatizado y por defecto por parte de las plataformas, sin ninguna revisión humana ni control judicial.
El pasado 7 de junio era la fecha límite para la transposición de la Directiva del Copyright en España. El día ha llegado y el Ministerio de Cultura no ha movido ficha. Una vez más, España podría enfrentarse a fuertes multas por no transponer a tiempo la normativa comunitaria. Esta vez, España no se queda sola, ya que únicamente los Países Bajos y Hungría han completado la transposición.
No obstante, pese a haber incumplido el plazo dos años previsto en la Directiva, el Gobierno español dispone todavía de un periodo de gracia de 6 meses para llevar a cabo la transposición antes de exponerse a sanciones, según declaraciones realizadas por el Ministro de Cultura.
¿Por qué la Ley Uribes está siendo tan criticada?
La reforma aprobada por la Directiva europea y que deberá transponer la Ley Uribes prevé la obligación para las grandes plataformas como Google, Youtube o Facebook de vigilar y filtrar los contenidos que los internautas compartan en sus espacios, para identificar la publicación de obras protegidas sin autorización de sus titulares. Las plataformas pasan de este modo a ser responsables del contenido que alojan.
Los contenidos satíricos como los populares memes y los GIFs quedan, en principio, exentos de esta exigencia, ya que seguirá permitiéndose la subida de contenidos a Internet con la finalidad de citar, criticar, reseñar, caricaturizar, parodiar o imitar.
Los críticos con la reforma alertan de que esta nueva regulación pone en peligro la libertad de expresión en Internet, al suponer el ejercicio de la censura previa mediante algoritmos automatizados el filtrado de lo que se puede publicar y lo que no.
Asimismo, durante la tramitación de la reforma, los eurodiputados denunciaron fuertes presiones por parte de lobbies interesados y campañas masivas de envío de mensajes e incluso amenazas. La complejidad de la reforma se ha reflejado también en las divisiones que hubo dentro de los diferentes grupos parlamentarios a la hora de votar.
Cambio de paradigma de la propiedad intelectual en Internet
Conforme a la regulación anterior a la reforma aprobada por la Directiva del Copyright, los titulares de las plataformas y sitios web de Internet únicamente asumen responsabilidad por el contenido que comparten los usuarios en sus espacios cuando tengan conocimiento efectivo de que la actividad o la información almacenada es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero susceptibles de indemnización, salvo que actúen con diligencia para retirar los datos o hacer imposible el acceso a ellos.
Por lo tanto, con la normativa anterior los titulares de las plataformas solo asumen responsabilidad si son conocedores del contenido que suben sus usuarios y no actúan con diligencia para retirar los contenidos infractores en caso de tener conocimiento de ellos.
Esto significa que, hasta ahora, los titulares de las plataformas podían decidir libremente no controlar el contenido que los usuarios comparten en sus plataformas y, de este modo, no asumir ninguna responsabilidad hasta que un tercero ponga en su conocimiento la existencia de un contenido infractor.
Con la nueva reforma, los titulares de las plataformas ya no tendrán esta libertad, ya que se verán obligados a ejercer un control previo de los contenidos que compartan los usuarios en sus espacios, asumiendo la responsabilidad por las infracciones que éstos puedan cometer.
Si pensamos en plataformas con un volumen considerable de usuarios y/o de contenidos, el control previo de los contenidos que compartan los usuarios supone, en la práctica, que los titulares de dichas plataformas se vean obligados a implementar sistemas automatizados de filtrado de contenidos, pues el filtrado manual o individualizado sería imposible o excesivamente oneroso.
Ley Uribes y libertad de expresión en Internet
Desde multitud de asociaciones y operadores del sector se ha criticado que la implantación de estos sistemas de filtrado automatizado de contenidos amenaza la libertad de expresión en Internet.
En este sentido, se han alzado voces que consideran inaceptable que la Ley Uribes, que impone la censura previa en internet y el control de contenidos por robots (filtros automáticos) sin garantizar la revisión humana ni el control judicial, se apruebe sin transparencia en el proceso.
Desde de determinados sectores se critica que esta reforma afectará a lo que los usuarios pueden expresar en redes sociales y en Internet, provocando que un algoritmo pueda decidir sobre lo que decimos.
En particular, se critica la falta de transparencia y de debate parlamentario en la tramitación de la Ley Uribe, sobre todo tratándose de una ley que afecta de lleno a dos derechos fundamentales como son la libertad de expresión y la libertad de información en Internet.
En definitiva, la nueva reforma persigue una mayor protección de los derechos de propiedad intelectual en Internet en detrimento de los derechos fundamentales a la libertad de expresión y de información.
No obstante, habrá que esperar hasta que se produzca la transposición de la Directiva para ver cómo se articula en España, tanto legislativa como jurisprudencialmente, la ponderación entre los derechos e intereses enfrentados.