La nueva ley de startups y su revolución del sector emprendedor

La nueva ley de startups y su revolución del sector emprendedor

En los últimos años, el volumen medio de inversión por operación en startups (empresas emergentes generalmente dedicadas a mercados relacionados con las nuevas tecnologías) se ha multiplicado exponencialmente en España. Esto posiciona a España como uno de los países más atractivos para invertir y desarrollar negocios a través de empresas emergentes. 

El Gobierno español no es ajeno a esta situación y pretende situar a España como una de las principales economías en captación de inversión extranjera. Con este fin, el pasado 1 de diciembre de 2022, el pleno del Congreso de los Diputados aprobó la Le y 28/2022, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, también conocida como “Ley de Startups”.

Esta esperada norma está diseñada para ayudar a las startups españolas a desarrollar sus proyectos de forma más eficiente. Esto incluye fomentar el emprendimiento y la innovación en España facilitando el acceso a la financiación, asesoramiento y otros recursos que pueden ayudarles a desarrollar sus proyectos. Además, esta ley también establece un marco para las inversiones en startups, permitiendo el acceso a inversiones privadas y públicas, así como la creación de fondos de inversión especializados. busca.

La ley de Startups es un paso importante para el desarrollo del emprendimiento en España ya que supone una gran oportunidad para las startups españolas para desarrollar sus proyectos de forma segura y exitosa.

Beneficios que contempla la Ley de Startups para emprendedores

La Ley de Startups pretende facilitar el acceso a la financiación para las empresas emergentes, a través de medios como el crowdfunding o el venture capital. Para ello, entre las principales ventajas aprobadas en esta Ley de Startups encontramos importantes incentivos fiscales para las empresas emergentes, como una rebaja del Impuesto de Sociedades del 25% al 15% durante los cuatro primeros años. Asimismo, ofrece la posibilidad a las empresas catalogadas como emergentes de aplazar su deuda tributaria o eliminar la obligación de plazos fraccionados.

Asimismo, con esta ley se aprueban importantes deducciones fiscales de entre el 30% y el 50% para las inversiones anuales de hasta 100.000 euros en el impuesto sobre la renta o el IVA y una exención fiscal para las opciones de compra de acciones («stock options«) que pasa de 12.000 a 50.000 euros anuales. 

Además, la ley regula el tratamiento fiscal de las comisiones a éxito de los administradores, empleados o gestores de fondos de capital riesgo (“carried interest”) por la consecución de objetivos en su condición de “gestores”. Esta retribución, aunque se califica como rendimiento del trabajo en el IRPF, tributará solo el 50% del importe percibido por este concepto, bajo ciertas condiciones.

En el ámbito de la protección de Propiedad Intelectual, la ley protege los derechos de propiedad intelectual de las startups, garantizando que sus ideas y productos estén protegidos y fomentando la cooperación entre startups, empresas y universidades, para promover la transferencia de conocimiento y la creación de nuevos productos y servicios.

Desde el punto de vista mercantil la Ley de Startups supone una importante simplificación administrativa al facilitar el proceso de creación y gestión de una startup, reduciendo el tiempo y el coste de los mismos, regulando la captación de inversiones a través de crowdfounding y flexibilizando la inversión por parte de socios extranjeros al no requerir la obtención de los hasta ahora tediosos NIEs, aunque sí la obtención de NIFs.

Por último, la Ley de Startups crea programas de apoyo, asesoramiento y formación, para ayudarles a crecer y desarrollarse y se favorece la creación de sandboxes, incluye una disposición adicional para crear la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial y amplía la modificación de la Ley de Auditoría de Cuentas.

Lo que debes saber para beneficiarte de la Ley de Startup como emprendedor

El requisito esencial para que una startup aproveche estos beneficios es que encaje en la condición de emergente. Para ello debe ser certificada como tal por el ENISA (Empresa Nacional de Innovación SME) solicitando su inclusión en el registro de empresas emergentes y cumpliendo una serie de requisitos que veremos a continuación. Si bien, señalar que durante su tramitación parlamentaria se han introducido más de 80 enmiendas respecto al Proyecto de Ley, con novedades como el silencio administrativo positivo en el reconocimiento por parte de ENISA. De esta forma, se da solución a la presumible avalancha de solicitudes que se recibirán en los próximos meses por parte de empresas españolas que consideren cumplir con los requisitos.

Los primeros de los requisitos a tener en cuenta son que la empresa tenga sede en España, una antigüedad menor a cinco años (siete en determinados sectores de la industria tecnológica) y no tener su origen en una operación de reestructuración de empresas que no posean el carácter de emergentes.

En cuanto a criterios económicos, la empresa no puede haber llevado a cabo el reparto de beneficios en el pasado, ni durante el tiempo en el que se beneficie de esta consideración. Adicionalmente, no tendrán consideración de empresa emergente aquellas empresas que hayan facturado más de 10 millones de euros. En este sentido, es importante tener en cuenta la consideración de grupo empresarial conforme al artículo 42 del Código de Comercio.

Por último, la empresa debe tener como actividad principal el desarrollo de un proyecto de emprendimiento innovador y con un modelo de negocio escalable.

La primera de Europa para el apoyo específico al ecosistema emprendedor

Con esta ley, pionera en Europa, el Ejecutivo prevé un incremento mínimo del 25% de la inversión en España para los próximos 5 años. Además, esta norma no ha sido la única novedad legislativa del 2022 ya que en septiembre se aprobó la Ley de creación y crecimiento de empresas (conocida como ley «crea y crece»), que tiene como objetivo impulsar el crecimiento de las empresas que componen el entorno económico español, especialmente las pymes, a través de la reducción de costes y trámites en la constitución de las mismas.

Todo ello hace que España asuma una posición ventajosa en el ámbito internacional en cuanto al emprendimiento e innovación, aunque en algunos aspectos la norma es poco ambiciosa. Habría sido especialmente deseable una definición más flexible del concepto startup, así como una mayor facilitación de la inversión por parte de no residentes, especialmente en lo relativo a la obtención de NIEs y NIFs.

En resumen, la Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes es un paso importante para impulsar el sector de la economía y fomentar el desarrollo de nuevas empresas y la inversión en ellas. Si estás interesado, como abogados especializados en startups en Letslaw podemos ayudarte a aprovechar al máximo los principales puntos de la Ley de Startups.