logo

Cómo estructurar la entrada de un inversor internacional en una S.L. española

LetsLaw / Derecho Mercantil  / Cómo estructurar la entrada de un inversor internacional en una S.L. española
Inversión internacional

Cómo estructurar la entrada de un inversor internacional en una S.L. española

Cuando una empresa española busca crecer, una de las opciones más interesantes es contar con la ayuda de un inversor extranjero. Esta entrada de capital puede dar impulso al negocio, abrir nuevas oportunidades e incluso facilitar la expansión internacional. Pero para que todo salga bien, es importante organizar bien el proceso y cumplir con algunos pasos clave.

Lo primero es entender de qué forma el inversor va a participar en la empresa. Puede hacerlo comprando una parte a uno de los socios actuales, o bien aportando dinero nuevo para que se creen nuevas participaciones. En el primer caso, el dinero va directamente a quien vende. En el segundo, el dinero entra en la empresa y se utiliza para su desarrollo. Según el caso, el proceso será distinto y también cambiará el reparto de poder dentro de la sociedad.

Después, conviene conocer bien al nuevo inversor. ¿Es una persona o una empresa? ¿De qué país viene? ¿Quiere participar en la gestión o solo aportar capital? Esta información es importante porque en algunos casos hay que hacer trámites especiales ante las autoridades españolas, sobre todo si el inversor viene de fuera de la Unión Europea.

Cuando las partes ya tienen claro que quieren trabajar juntas, lo normal es que el inversor quiera conocer a fondo la empresa antes de entrar. Para eso se hace una revisión de documentos: cuentas anuales, contratos, deudas, impuestos, empleados… Esto se conoce como due diligence y ayuda a asegurarse de que no hay sorpresas.

Una vez revisado todo se prepara un acuerdo donde se recogen las reglas del juego. Este documento se llama pacto de socios y en él se establecen cosas como: qué derechos tendrá el nuevo inversor, si podrá tomar decisiones importantes, cómo puede salir en el futuro o qué pasa si un socio quiere vender su parte. A veces también hay que cambiar los estatutos de la empresa para reflejar estos acuerdos.

Después llega el momento de formalizar todo. Si se trata de una ampliación de capital, los socios actuales deben aprobarlo en una reunión formal y el inversor deberá aportar el dinero para recibir sus participaciones. Si es una compraventa entre socios, se firma un contrato y se inscribe en el notario. En ambos casos es obligatorio inscribir los cambios en el Registro Mercantil.

Además, el inversor extranjero necesita tener un número de identificación en España (NIE si es persona física, NIF si es empresa). También debe declararse oficialmente que entra capital extranjero en la empresa, mediante un formulario que se presenta ante la administración. Si además el nuevo inversor va a ser administrador o va a trabajar en la empresa, habrá que gestionar su alta en la Seguridad Social y otros trámites.

Una vez terminada la operación, es recomendable ajustar la manera en la que se gobierna la empresa. Por ejemplo, se puede acordar que el nuevo socio reciba información periódica, que participe en reuniones clave o que tenga poder de decisión en ciertas áreas. Así se evitan malentendidos y se refuerza la confianza.

En resumen, contar con un inversor internacional puede ser una gran oportunidad para una empresa española, pero hay que hacerlo bien. Con una buena organización, documentación clara y asesoramiento adecuado, la entrada del nuevo socio se puede hacer de forma segura, sencilla y beneficiosa para todos.

Contáctanos

    Al pulsar en "Enviar" aceptas nuestra Política de Privacidad - + Información, para tratar tus datos con la finalidad de tramitar las consultas que puedas plantearnos.

    Acepto recibir comunicaciones comerciales perfiladas por parte de LETSLAW, S.L. conforme a lo dispuesto en nuestra Política de Privacidad - + Información