Más allá del coleccionismo y el arte digital: los NFT llegan al mercado inmobiliario y la gastronomía
Los Tokens No Fungibles o NFTs pueden utilizarse para mucho más que como título de propiedad digital sobre obras de arte digitales y objetos de colección. Para que nos hagamos una idea de las potenciales aplicaciones de la tecnología Blockchain-NFT, usarlos exclusivamente para este mercado sería como usar internet sólo para enviar correos electrónicos.
Dentro de la red Blockchain, a nivel técnico un NFT es una cadena de datos que representa un elemento digital único. Un NFT puede representar todo tipo de activos digitales como obras de arte, audio, vídeo, elementos cosméticos de videojuegos y prácticamente cualquier forma de trabajo creativo.
La principal ventaja tecnológica que supone el NFT es su capacidad de ofrecer (i) garantía de autenticidad sobre el activo digital que representa y (ii) reconocimiento de la titularidad de derechos de propiedad sobre la obra, todo ello además sin implicar costes adicionales de terceros como entidades certificadoras o autoridades de regulación y control sobre los activos.
Autenticidad y propiedad de cualquier tipo, dos características que se unen a las infinitas posibilidades que nos ofrecen los NFT son prácticamente infinitas y hoy os traemos dos proyectos disruptivos en mercados que van más allá del arte digital y el puro coleccionismo: los NFTs inmobiliarios y los NFTs gastronómicos.
El NFT Inmobiliario: Propy
La Startup de proptech Propy busca desde sus inicios simplificar y facilitar el proceso de adquisición de una vivienda gracias a la aplicación de la tecnología Blockchain. El objetivo lo tienen bastante claro: ofrecer una plataforma en la que poder cerrar un proceso entero de compraventa de vivienda totalmente online a través de la red Blockchain.
Durante 2021, Propy planteó un proyecto inicial basado en la tecnología de los Smart Contracts (contratos inteligentes) con el que lograr este objetivo de poder realizar una compraventa inmobiliaria totalmente online y en una única plataforma.
El planteamiento inicial basado en una estructura de Smart Contracts que sustituían todo el proceso original de documentación y adquisición de la vivienda (contrato de compraventa, hipoteca, escrituración, registros…)
Esta idea derivó en emplear la estructura de Smart Contracts a nivel interno para tokenizar integralmente la propiedad inmobiliaria en forma de NFT, siguiendo los siguientes pasos:
- Preparación de los Smart Contracts que cubran cada paso de la compraventa del inmueble.
- Verificación en la red Blockchain de la información de la propiedad que se va a incorporar al NFT.
- Ejecución de los Smart Contracts para incorporar el inmueble y todos sus atributos legales de registro a la red Blockchain
- Generación el NFT dentro de la Blockchain.
- Comercialización del NFT.
Este NFT inmobiliario incorpora todos la documentación, datos y registros del inmueble en un solo activo digital preparado para ser intercambiado dentro de la Blockchain lo cual, unido a las características propias de los NFT, facilitan la adquisición de una vivienda, al depender la transacción de un único elemento: el NFT.
El NFT Gastronómico: FlyFish Club
Otro planteamiento disruptivo es el del NFT Gastronómico, abriéndose paso en el mundo de la restauración en lo que ya se conocen como restaurantes NFTs. En estos casos, los NFTs sirven a modo de pase de acceso a la experiencia gastronómica. En definitiva, NFT de membresía o de afiliación a un selecto club.
Este concepto del NFT Gastronómico en el mercado de la restauración se está poniendo en marcha en Manhattan en el FlyFish Club mediante la emisión de 1500 tokens con los que adquirir la condición de miembro del club. Este NFT no caduca y le permite disfrutar de los beneficios del club gastronómico mientras la tenga a buen recaudo en su wallet. Además, como todo NFT, este token puede revenderse y alquilarse en mercados como Opensea.
El funcionamiento práctico del NFT planteado por los fundadores de FlyFish Club es el siguiente. Una vez el gourmet posee su NFT Gastronómico, puede acceder a hacer una reserva en el local.
No existe mayor límite para las reservas que la propia lista de espera, pudiendo los titulares del NFT Gastronómico reservar al mes tantas veces quieran y para cuantos comensales quieran. Sobre los comensales, no están limitados a poseer cada uno un NFT Gastronómico del FlyFish Club, sino que cada miembro puede traer tantos invitados como quiera.
¡Ojo! Adquirir el token no significa que la cuenta del restaurante esté incluida, siendo el pago del servicio independiente a la compra del NFT. Al fin y al cabo, se trata de un club gastronómico, siendo el NFT el coste de entrada, pagándose cada experiencia de manera regular (con dinero FIAT o con criptomonedas, al gusto del consumidor).
Un aspecto interesante de la propuesta es que se permite tanto la reventa como el alquiler de los NFTs por periodos mensuales, ampliando las posibilidades de mercado de estos NFTs y facilitando el acceso a este tipo de experiencias tan exclusivas sin tener que comprar irremediablemente el token y hacerte socio del FlyFish Club. Un movimiento que sin duda hará que la economía de estos NFTs se mantenga viva, al erigirse como una inversión con un doble potencial: revalorización y rendimiento económico inmediato.
En definitiva, en el primer tercio de 2022 los NFTs nos demuestran que no todo es arte digital y coleccionismo de “simios aburridos” y que tienen un inmenso potencial aplicativo en todo aquello que tenga que ver con la propiedad de bienes e intangibles.
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