Reseñas falsas en Google y reputación online: Se aproximan cambios legales
Consumo quiere prohibir las reseñas falsas en Google y en todo tipo de plataformas online destinadas a ese propósito. En la era digital en la que vivimos, gran parte de nuestras decisiones de consumo diarias se llevan a cabo a través de internet, desde la adquisición de un producto concreto hasta la decisión de reservar en un restaurante determinado.
En este contexto, nuestros hábitos de consumo se ven ampliamente influenciados por las reseñas, opiniones o valoraciones que encontramos en las redes de terceras personas. De hecho, ha quedado demostrado que cerca del 90% de las personas que compran por internet se basan en la opinión de otros usuarios antes de efectuar dicha compra, motivo por el cual esta circunstancia ha traído consigo consecuencias muy negativas como, por ejemplo, la inclusión de reseñas falsas para incentivar las compras o, incluso, reseñas falsas en perfiles de competidores para perjudicarles.
En este sentido, desde el Ministerio de Consumo se ha llevado a cabo la ardua tarea de aprobar un anteproyecto de Ley mediante el cual se reforme el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, siendo el principal objetivo de la referida reforma poner fin a prácticas desleales que tienen un gran impacto en el mercado, tales como el negocio de las reseñas falsas o publicidad encubierta en internet y redes sociales.
De acuerdo con lo anterior, Consumo tendrá la potestad o competencia sancionadora para perseguir este tipo de infracciones que se desarrollan y van aparejadas al comercio electrónico principalmente.
Mayor control sobre los buscadores online
A propósito de las modificaciones adoptadas por parte de Consumo para su implementación en la normativa de aplicación, cabe destacar la pretensión de establecer un mayor control sobre los buscadores online.
Con esta modificación, los motores de búsqueda online se verán obligados a mostrar una descripción de los parámetros utilizados para mostrar la clasificación de los resultados proporcionados al usuario y, en el supuesto de que un resultado de precio haya sido personalizado para el consumidor en base a toma de decisiones automatizada, se le deberá informar al respecto.
Esta medida no ha tenido, por el momento, una buena acogida por parte de los distintos buscadores al considerar que esta exigencia por parte de Consumo supondrá el tener que compartir públicamente parte de su algoritmo.
¿Cómo han reaccionado los principales buscadores como Google?
Este año, gigantes como Google o Amazon han estado en el foco de los medios de comunicación al filtrarse la noticia de la existencia de una base de datos formada por más de 200.000 personas que se dedicaban a publicar valoraciones falsas de productos de Amazon que nunca habían adquirido, con el único propósito de recibir productos gratis o algún tipo de compensación económica.
A colación de este tipo de conductas fomentadas por parte de las propias empresas y a raíz de la reforma llevada a cabo por parte de Consumo, será el empresario el responsable de garantizar que las reseñas y valoraciones que aparecen en su sitio web correspondan a consumidores que efectivamente han adquirido el producto en cuestión o disfrutado, en su caso, del servicio ofrecido.
A consecuencia de este tipo de reformas, Google se ha pronunciado al respecto y ha indicado que llevará a cabo todas las mejoras necesarias para brindar una mayor transparencia a sus usuarios.
¿Qué implicaciones tendría este escenario en materia de reputación online?
A este respecto, cabe destacar que las reseñas falsas en Google y otras plataformas tienen la capacidad de afectar a las calificaciones de las empresas y, por ende, distorsionar la reputación de determinadas empresas del mercado en línea, positiva y negativamente.
Por lo tanto, la principal implicación de esta nueva reforma será la de eliminar disparidades existentes en el mercado, reforzar la transparencia y la seguridad jurídica de los propios empresarios, así como asegurar que la información que reciben los consumidores sea veraz y fiable.